martes, 25 de mayo de 2010

TOLERAR(se).

Lo intento, pero no me entiendo. No sé porqué me revienta siempre obedecerme, ni porqué me agobio tanto por aquello que he de hacer. Y aunque sepa cómo soy, sigo sin entenderme.


Estoy cansada de escuchar que soy una persona especial y única, porque eso, de momento, no me ha servido para nada. Las personas que, supuestamente, somos especiales y únicas recibimos el nombre de raras y no solemos estar bien acogidas en la sociedad, lo cual, sobra decirlo, no me haría absolutamente nada de ilusión, pero de ser normal, ahora estaría donde quiero estar y no aquí, lamentándome por algo que ya ha pasado.

Parece ser que me ha tocado el tener que aceptarme, como todos. Y pensando en ello, es un poco injusto que unos tengan la tarea más sencilla que otros. Tengo demasiadas cosas complejas que descubrir y mucho por aceptar, cuando a otros, ni siquiera les importa el tener que hacerlo. No es envidia, es sentido de la justícia.

A veces me da por mirar a mi alrededor y me siento desplazada, como en otra dimensión, observando algo que no va conmigo y que no entiendo (o que preferiría no entender), la gente, sus conversaciones, el hormigón, el cemento, las cosas, los coches, el humo, el deber de, el poder, los uniformes. No lo entiendo, y no lo entiendo, porque sigo sin comprender a la raza humana.

Todo sería más sencillo si el concepto de "individuos diferentes y por tanto iguales" se tuviera asumido, pero no se puede pedir peras al olmo. Hay distinciones entre las personas que evitan a algunos el ser capaz de aceptar cosas así. Aquí siempre habrá mejores y peores, y la diferencia estará en cosas que no tienen ningún valor. Como siempre y como ahora. La evolución no siempre se nota... quizás el entender esto y el tolerarlo por mucho que cueste, también esté dentro de la evolución.

Hoy me gustaría conocer a Voltaire y mantener una conversación larga y tendida sobre esto. Necesito un poco de humildad que me haga reconocer que nunca se es demasiado tolerante. Yo tendría que tolerar el que haya gente que no le de sentido a nada, que piense en el dinero como sistema para llegar a la felicidad y que, en este mundo, haya poder y cescerebrados, porque todos somos individuos diferentes y por tanto iguales, y no quiero contradecirme. Porque siempre hay dos caras y porque tolerancia, es tolerancia para lo bueno y para lo malo.

Dicho esto, sé que nunca seré lo suficiente tolerante y que, por qué no decirlo, no quiero llegar hasta este extremo, ya que hay que luchar por nuestros sueños y yo peco de soñadora: Quiero un mundo mejor, y dentro de él no caben muchas de las cosas que estoy viendo ahora. Cada uno ha de saber poner límites a su propia tolerancia. No queda más remedio.



Ojalá.

martes, 18 de mayo de 2010

Llama tu atención.

Hay personas que NECESITAN tener protagonismo todo el tiempo. No es aquello de hacer reír al grupo de colegas en un momento dado, sinó el crear conflictos para sentirse protagonista en todos los aspectos.
Supongo, que como hace todo complejo, el problema aquí es que esas personas se sienten inseguras y lo demuestran comportándose de manera contraria.
Me cuesta creer que a alguien le sea tan complicado el disfrutar y pasar de los malos rollos. Vivir y dejar vivir olvidándose de qué ha hecho Tal o qué ha decidido Cual. Joder, ¡que te la sude la vida de los demás! ¿No tienes ya bastantes líos en tu cabeza? Pues, ¿por qué te martirizas con los problemas o no-problemas de los demás? ¿Quizás así te evitas el tener que hacer algo más duro como resolver tus propios conflictos?Personas Protagonistas del mundo: Maduren.
Las personas no somos lo que parecemos, somos justo lo contrario.

viernes, 26 de febrero de 2010

Si alguna vez te has planteado que eres mala persona, enhorabuena, es una señal que indica que probablemente no lo seas.


ESTÁ EN LA CONCIENCIA.

miércoles, 17 de febrero de 2010

LUZoscuridad.

No me fío de los tíos con traje, ni de la educación.

No me refiero al respeto, sinó al protocolo de la educación. No me creo a la gente que busca y rebusca las palabras para que suenen mejor. Ni a la que se echa las manos a la cabeza al escuchar un taco.
No soporto a los que rezan para quitarse las culpas de encima. Ni los que creen rotundamente algo que nadie sabe.
Rebentaría a los que van tachando de raros a los demás y lucen tanta normalidad, que hace sospechar. Me dan ganas de cometer un homicidio cuando se esconde una obligación detrás de una opción.
Me dan pena las que siempre llevan la manicura francesa impoluta. Y los que dicen que lo suyo es suyo y de nadie más.
Me repugnan aquellos que todavía no entienden que las personas no tenemos dueño.
Y eliminaría toda tradición absurda que incluyera al borreguismo de muchos.
No me gustan los adornos en las palabras, pero tampoco la vulgaridad. Podría matar a los que hacen de todo un circo y a los que nunca sonríen. Me repugna el dinero, pero aún más su importancia. Asesinaría al poder cruelmente y al sentimiento de superioridad.
Extinguiría al odio y pondría al amor por encima de todo.



PERO me gusta pensar que
 NO HAY LUZ SIN OSCURIDAD

lunes, 15 de febrero de 2010

Independencia.

Ya no me acuerdo de la última vez que alguien me hizo el desayuno. Lo más normal es que una persona aprenda a hacerse el desayuno, por lo menos, a los nueve años. Yo a los 10 se lo preparaba a mi padre, porque sí, porque me lo hacía a mí y ¿qué más daba? Los dos nos levantábamos a la misma hora y él me acompañaba al cole, pero yo siempre llegaba a la cocina antes. Pero como en todo, las cosas en cada casa cambian. Y menos mal. Los hay que tienen dieciséis años y esperan a que su madre se levante para que le prepare el desayuno. Es más, hacen que su madre se levante sólo y exclusivamente para que le haga el dichoso desayuno. Y hoy escribo en base a un ejemplo que se podría aplicar a todo. Hoy en día, muchos jóvenes hablan de independencia, pero si nadie les hace la comida, no comen... se quejan. Si nadie friega los platos, pues que haya cincuenta cacharros sucios esperando. Éso sí, "soy una persona independiente y lo suficiente madura y responsable como para irme de botellón, llegar no sé cómo a mi casa, y no darte ningún tipo de explicación" por supuesto, campeón. Dependes de tu mami para que te haga el puto desayuno, pero no la necesitas para que, por lo menos, sepa donde coño te metes un viernes a las siete de la mañana. Cuestión de respeto. Una persona que cuida de ti y de tus putos caprichos, tiene todo el derecho a saber si estás vivo o muerto, simplemente. Respeto hacia ti mismo, o se es independiente o no se es. O se es maduro o no se es. Con dieciséis años, y vaís a perdonarme, ya se tienen pelos en los cojones. He conocido a gente con mi edad que parece que han salido de la guardería. Se quejan por todo y por todos y no saben freír un huevo. Qué lástima. Conocí a una que necesitaba que su madre le pelara y cortara la fruta... y otra que se quejaba cada día del bocadillo que su padre le preparaba para el instituto, "háztelo tú, joder" le dije un día mosqueada "no, es que no tengo ésa costumbre" "ah, perdone usted, alteza".
Otra me preguntó si se necesitaba aceite para freír un huevo. Tal cual, os lo prometo. "no, basta con que escupas en la sartén, como cada vez que quieras freír algo (la saliva es proporcional a la cantidad que quieras freír)". Yo, como siempre, haciendo amigos.



 
 
NIÑATOS/AS.

jueves, 11 de febrero de 2010

IDIOTA.

-Mi madre va a contratar a una chacha, tía.


-¿Otra?

-Yo, en serio, sólo espero que no sea inmigrante.

-¿Qué tiene que ver?

-Hombre, no me fío de los inmigrantes, que en mi casa hay muchas cosas de pasta...

-No te entiendo, sería inmigrante, no ladrona.

-Bueeno, pero, tía, en confianza... cuando no tienes pasta y vas a una casa donde en cada rincón hay cosas de money, pues... tienta.

-En confianza, tía... que no tenga pasta no significa que las horteradas de los ricos le molen, a parte, te puedo asegurar que chorizan más los ricos que los pobres. Normalmente, cuanto más dinero tiene una persona, más idiota se vuelve.

-¿Me estás llamando ladrona?

-No, a ti te estoy llamando idiota.
 
 
 
 
 
PODRIDOS.

miércoles, 10 de febrero de 2010

CREER.

-Te lo tienes que creer.
-Por eso no me lo trago.




...si quieren que creamos, ES POR ALGO
y huele a billetes sucios.